Géneros: el western, las reconstrucciones históricas, la aventura |
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El Western Las películas
del Oeste tratan de la vida en las tierras fronterizas del Oeste de
Estados Unidos durante el siglo XIX: abordan la llegada de colonos y
las relaciones, complejas –y en muchas ocasiones contadas con excesivo
simplismo– con los llamados indios, nativos de esa tierra, hasta
la colonización, desarrollo y modernización, a principios
del siglo XX, de esa frontera imprecisa. Aparentemente,
un tema menor, local; pero esta épica americana se ha
establecido como un género esencial en la historia del cine.
Acaso sea el único género que ha creado sus propios
mitos, su historia e, incluso, su propia evolución. |
La
diligencia Esta película de
John Ford es uno de los títulos más importantes de la
historia del western, que pese a su temprana edad, se rueda en 1939, ya
tenía como género una larga trayectoria, pero era la
primera ocasión en la que –de la mano de un director que
posteriormente firmaría otros títulos del oeste muy
destacados– los personajes presentan rasgos sicológicos
complejos, una nota que dará profundidad a la trama y, sobre
todo, abrirá un camino seguido, posteriormente, por muchos otros
directores. Su actor principal, John Wayne, abrirá una carrera
de importantes películas del Oeste. |
El cine histórico Desde sus
orígenes, la reconstrucción histórica ha sido uno
de las inquietudes del cine: Cabiria o Intolerancia
de D. W. Griffith son títulos que permitieron, con la excusa de
la recreaciónd e una época, dar rienda suelta a la
fantasía del director,
que en muchos casos elegía
momentos de la historia que permitieran,
como en el caso de Egipto o Babilonia, jugar con ideas de lujo y
esplendor a veces muy alejadas de la realidad. |
Cleopatra Esta película, rodada en 1934 por Cecil B. de Mille, o cualquier otra de su filmografía, recoge perfectamente el sentido de su producción, en gran medida centrada en las reconstrucciones históricas: búsqueda del éxito comercial, logrado con una mezcla de conflictos morales, suaves dosis de erotismo y espectacularidad: la presencia de cientos o miles de extras era corriente en sus películas.
Cleopatra, como Rey de Reyes en 1927 o Los diez Mandamientos en 1923 habla de su gusto por los escenarios orientales. |
El cine de aventuras y
fantasía
Desde los
orígenes del cine, desde George Méliès, los
argumentos de aventuras y fantasía aprovecharon las
posibilidades técnicas del cine: el Viaje a la
Luna, las películas de piratas o
King-Kong no son más que
exploraciones de la fantasía humana, la expresión visual
de los deseos de nuestra imaginación |
El ladrón de Bagdad Se trata de un clásico del cine de aventuras, dirigida por un maestro del género, Raoul Walsh, que la estrenó en 1924 como una adaptación libre de diferentes historias de las Mil y una noches. Estas aventuras exóticas, los decorados orientales y los efectos visuales, como las animaciones o les genios, encontraron en Douglas Fairbanks el protagonista ideal, que consagró el modelo de actor de aventuras, con un cierto toque fanfarrón y, sobre todo, atlético y casi acrobático.
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