EDAD ANTIGUA

Desde los tiempos prehistóricos, empieza el hombre a hacer ciencia. La elaboración de herramientas, es fruto de la observación, el recuerdo y la experimentación. Y entre esos primeros hombres científicos, hay que tener en cuenta a la mujer primitiva que fabricaba utensilios y acumulaba conocimientos sobre plantas comestibles y medicinales.
La antropología siempre ha reconocido las habilidades y las herramientas del “ hombre cazador ”, desconociendo hasta hace poco los conocimientos y los instrumentos utilizados por la mujer, en la labor de recolección. Esta era la principal actividad de subsistencia de primeros humanos y las mujeres recolectoras fueron las primeras “ botánicas ”.
A través de la experimentación aprendieron a reconocer plantas, les dieron nombre y descubrieron métodos para neutralizar o eliminar el veneno de algunas que, a no ser por eso, eran comestibles.
Como la recolección de alimentos exige una concepción del tiempo, aprendieron a reconocer las fases de la luna o la ascensión de una estrella y a relacionarlas con las estaciones y la disponibilidad de determinados comestibles.
Desarrollaron instrumentos y tecnología para recolectar, preparar y conservar la comida. Inventaron el mortero y un molino primitivo para triturar semillas y granos. Esos instrumentos primitivos de cocción y preparación de alimentos pueden verse hoy día, en los laboratorios modernos.
La mujer recolectora descubrió, propiedades medicinales en las plantas, aprendió a secar, almacenar y mezclar sustancias vegetales y a aplicarlas como tratamiento efectivo para diversas enfermedades.

Teano de Crotona

Fue una de las científicas más importantes de la y antigüedad. Alumna de Pitágoras, uno de los principales filósofos del mundo antiguo, enseñó en la comunidad filosófica fundada por él en Trotona, de la que formaban parte al menos veintiocho mujeres, entre maestras y alumnas. Teano fue probablemente autora de tratados de matemáticas, física y medicina. A la muerte de Pitágoras, y tras la disolución de su escuela, Teano difundió el sistema filosófico pitagórico en Grecia y Egipto, junto a dos de sus hijas.

Hipatia de Alejandría

Nacida en el 370, Hipatia de Alejandría fue, sin lugar a duda la científica más famosa de la antigüedad y la única cuya vida y obra están bien documentadas. Crecida en el culto ambiente t alejandrino, donde ya otras científicas, como las alquimistas María (María la Hebrea) y Cleopatra, habían dejado su huella, Hipatia fue educada por su padre Teón, matemático y astrónomo. Maestra de matemáticas y de filosofía, fue una auténtica autoridad, un punto de referencia cultural indiscutible en aquella epoca. Hasta nosotros ha llegado el testimonio de sus obras principales: los trece volúmenes de comentarios a la Aritmética de Diofanto, los ocho volúmenes del tratado sobre las Coniche de Apolonio, y el Corpus Astronómico, tablas sobre los movimientos de los cuerpos celestes. Además, como se desprende de sus dibujos de instrumentos científicos, Hipatia se ocupó también de mecánica y tecnología.


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