Durante esta semana hemos conmemorado en nuestro centro El Día de la Paz y la No Violencia con diferentes actividades. Todas ellas tenían como eje central dos ideas: no hay paz sin justicia y hay que defender y practicar otras formas más amables y solidarias de relacionarnos en nuestra vida cotidiana. Para la primera de la actividades tuvimos la suerte de contar con la presencia y la sabiduría de madres, abuelas y amigas de centro, que vinieron a enseñar a nuestro alumnado a tejer. Mientras se iban hilvanando saberes y complicidades, íbamos eliminando barreras de edad o de género.
Finalizamos la el Día de la Paz con la proyección de la película mejicana RUIDO. En esta película, la madre de una chica desaparecida se enfrenta a los efectos devastadores de esta tragedia nacional . En este país, oficialmente en paz, son asesinadas diez mujeres al día. Según cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, hay más de cien mil desaparecidos y desaparecidas, sobre todo migrantes y mujeres víctimas de trata. Julia, la protagonista, vive dolorosamente la impotencia de no saber qué ha pasado con su hija . Sin embargo, descubre un sentido para su vida al entrar a formar parte de las redes de apoyo de mujeres que luchan por buscar a sus familiares y por acabar con el silencio y con la impunidad de estos asesinatos.
El martes 31 tuvimos la oportunidad de escuchar a Marisa Prudencio y a Paula Alina, representando al colectivo MUJERES SEMBRANDO de Mérida. Éstas fueron algunas de las semillas que ellas nos regalaron con su presencia y con el relato de sus vidas y de sus ideas : COMPROMISO, AYUDA MUTUA, IGUALDAD, JUSTICIA, VALENTÍA, DIGNIDAD, GENEROSIDAD . Gracias a ellas, escuchamos testimonios de mujeres migrantes que, a pesar de haber vivido unas circunstancias tremendas, siguieron y siguen en pie, organizadas y felices de poder apoyarse las unas en las otras . Fueron inspiración y ejemplo de cómo las mujeres no entienden de fronteras y saben crear vínculos y formas propias de organizarse , de resistir, de sobrevivir y de levantarse junto a otras. Vimos caras de sorpresa y de admiración entre nuestro alumnado. Quizás ellas fueran la prueba de que los sueños, la mirada y las acciones de las mujeres valen para mejorar las cosas y para hacerlas de otra manera.
Por último, en las clases de Educación Plástica y Visual han ido elaborando carteles en los que plasmar todas estas ideas . Gracias de nuevo a todos y a todas . Seguro que de estas siembras pronto recogeremos buena cosecha.