Ahí están ya, reposando en algún rincón escondido o en la mitad misma del camino, nuestras piedras decoradas os esperan, solo pretenden que hagáis un alto en vuestro deambular diario por la vida, y os detengáis a contemplar como una piedra cualquiera a la que no prestaríamos atención alguna, revestida con un sutil manto de color, se convierte en un objeto único que nos sorprende y despierta nuestros sentidos. Disfrutadlas y apreciadlas, son las mismas que estaban ayer ahí, hoy solo han pasado por la imaginación y las manos de nuestros alumnos de 1º eso A, es su forma de cambiar el mundo, con una pincelada de ilusión.