El pasado viernes 15, los alumnos de 1º de Bachillerato "A" observaron asombrados cómo por la puerta de su aula entraban en clase el mismísimo Lazarillo de Tormes y el ciego, en persona. El ciego les recitó, en forma de romance y ayudado por unas estampas de la época, el argumento de la novela picaresca. A continuación, invitó a los alumnos a hacerles preguntas que él contestaba, produciéndose un diálogo en el que realidad y ficción fueron mezclándose.
Se trata de dos actores aficionados que, ataviados con las ropas del siglo XVI, acudieron a la invitación de asistir a una clase en el instituto. El objetivo de esta actividad es que los alumnos vean que la literatura además de universal es atemporal y que los personajes de las grandes obras siguen vivos más allá de las páginas en las que fueron escritos.
